La propuesta se fundamenta en el mantenimiento y restauración de la fachada y sus detalles, así como en la recuperación de los elementos más esenciales del edificio, desvirtuados tras las numerosas reformas, que son la escalera central y la torre campanario, dos elementos que enmarcados en el espacio central del edificio revitalizan y consolidad su valor institucional.
Este esfuerzo organizativo y conservacionista, asociado al uso público y privado del edificio, permite una distribución del edificio en departamentos claramente diferenciados y cohesionados únicamente por la escalera principal histórica, así como por la luz que penetra por el torreón central de la misma.
La envolvente del edificio, protegida y catalogada por Patrimonio Histórico, se homogeniza e iguala en su totalidad, así como se recuperan los diseños originales de las puertas de madera que se identifican en todo su perímetro.
La obra en su totalidad se entiende como una obra de recuperación y conservación del Patrimonio Histórico, así como la recuperación del valor original del edificio.