La rehabilitación de la fachada se plantea de modo global, unificando mediante la pintura las dos fases de su construcción, resaltando a través de la pintura los valores intrínsecos y decorativos de la misma.
La nueva construcción se organiza con una nueva planta de sótano destinada a locales comerciales, planta baja, destinada también a locales comerciales, planta primera y segunda destinada a oficinas y plantas tercera, cuarta y bajo cubierta destinadas a albergar un total de 11 viviendas.
Comprenden las obras el vaciado total del inmueble, manteniendo el núcleo de la escalera, el portal y zaguán de acceso y la rehabilitación integral de estos elementos, así como de las fachadas a las calles Uría y Milicias Nacionales. Tiene un particular interés la recuperación de los tramos de fachada de la planta baja, que habían sido demolidos en las desafortunadas intervenciones realizadas en los locales comerciales, devolviendo la fachada a su estado original mediante la reconstrucción de los elementos de piedra desaparecidos, así como la reconstrucción de los elementos ornamentales de la planta cuarta y los miradores de fábrica que se encontraban en estado de total deterioro.